Y como vuela el tiempo y no se puede agarrar, se llegan a sitios donde nunca pretendiste alcanzar, y... ¿quién le dijo la paloma que tenía que volar?
Retrocedo
a veces, cuando creo que caigo,
paro el tiempo,
doy la vuelta al minutero
y así voy hacia atrás...
pero no siempre quiero
mi error refrenar
quizás,
quizás...
me quiero parar.
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